viernes, 25 de febrero de 2011

Romper el hielo

Inauguro de una vez porque esto no da para más. Nadie lo espera, es una deuda conmigo.
Hace meses que vengo pensando en este blog, hace meses que tengo ganas de escribir. Son los mismos meses en los que me perdí pensando qué contar; quería que se me ocurriese algo “diferente”. Pero mi creatividad no pudo con semejante requisito, y acá estoy, igual.

Una de las posibilidades era escribir sobre Buenos Aires pero no le encontré la vuelta al asunto –tampoco la busqué tanto. Puede ser que aprezca un poco de eso acá porque tengo la intención de acercarme a esta ciudad. Lo necesito. Desde que volví que me siento ajena, el tiempo pasa y si bien voy armando una rutina, no puedo dejar de preguntarme si quiero estar acá. La mayoría de las veces la respuesta es no.

Quizá salir en busca de un motivo, de encontrar ese algo que me haga sentir que pertenezco, sea la manera equivocada de encarar el tema. Si ese "sentimiento" no está, ¿se puede forzar? Conozco mi respuesta en otros aspectos de la vida –es rotunda. Pero salir a encontrarme con Buenos Aires y su gente me entusiasma porque sé que cualquiera sea el destino, habrá mucho por descubrir.

Así, este espacio queda abierto. La identidad, como todo, llegará.