Algo pasó con el tiempo. El reloj, como siempre, seguía corriendo. Me desesperó aparecer en Broadway y Lafayette y no saber para dónde caminar, dónde comprarme un latte, a qué sacarle una foto. Entraba a las tiendas y la cantidad de gente me abrumaba, tenía que salir a calle. El reloj, como siempre, seguía corriendo. Finalmente empecé a moverme, sin ver nada. Seguía con las manos vacías, el cuerpo dormido.
Otro hubiera sido el tono, decía, un poco porque ODIO hacer tours cuando viajo, y me pasé los primeros dos días arriba de ese micro hop on hop off (para los viajeros que lleguen a NY y quieran hacerlo, tomen el de la línea Gray, NO city Sights). Vi todo desde arriba; me dio bronca no poder sacar una buena foto (jamás logré sacar una buena foto en esta ciudad), no poder hablar con nadie. Pasamos por el Financial District, donde los manifestantes, hace poco más de un mes, piden por la desigualdad, corrupción, pobreza, sistema migratorio, etc. Queria bajar, tampoco pude. Avanzamos un par de cuadras y llegamos adonde está el famoso Wall Street Bull, símbolo de prosperidad de este pais, con el que la gente se saca fotos tocandole las bolas: estaba cercado. Resulta que temen que los manifestantes (que no bajan de la vereda) le hagan daño al animal. WTF?
Finalmente llegamos a 222 West 51st street, el hombre de la ventanilla me dijo que estaba en el lugar indicado cuando le mostré el papel todo arrugado con el número de reserva. Subimos uno, dos, creo que tres pisos, y llegamos a nuestros asientos. Por mi parte, miré, escuché, y disfrité por primera vez en tres dias. (Otro consejo para los viajeros que anden por acá, Chicago, Londres, Singapur... : Wicked.)
Creo que la clave fue la adaptación, el cambio de ritmo y el aceptar que los días no serían como los había pensado. Una vez que bajé un poco, pude empezar a ver y absorber lo mucho o poco que había delante de mí.
Al día siguiente, las calles del Soho me vieron contenta, caminando up and down along Broadway, bien temprano, algo de compras y un rico latte antes de bucar a Nanny por el departamento para ir, juntas, a Pier 17.
No llegué a Brooklyn ni a muchos rincones que tengo anotados en el cuaderno. No importa. Creo haber entendido que este viaje no se trata de eso.
Las valijas ya están listas, salimos rumbo al segundo destino de este viaje. NY, con muchas ganas, nos volvemos a ver en unas semanas.
Gracias por el recorrido!
ResponderBorrar